El desafío de escalar las mentorías pedagógicas

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Lucas Silva por acá 👋

La calidad de la enseñanza es la variable bajo nuestro control que más impacta en los aprendizajes de los estudiantes.

2 preguntas claves:

  • ¿Cómo apoyar a los docentes a fortalecer sus prácticas pedagógicas?

  • ¿Qué desafíos plantea incorporar las mentorías pedagógicas en una escuela o ?

En este artículo abordaremos estas dos preguntas. Ah, y también una invitación a un experimento 🕵️

Son menos de 5 minutos. ¡Vamos!

Este artículo está inspirado esta publicación.

La evidencia muestra que las mentorías o acompañamiento pedagógico es de las estrategias más efectivas que tenemos a disposición en educación para apoyar a los docentes (Kraft et al., 2018).

El hecho de tener a un profesional que te ayuda a definir objetivos, observa tus clases, modela prácticas basadas en evidencia, te hace buenas preguntas, personaliza tus planes de mejora, etc. funciona muy bien.

Sin embargo, la calidad de los mentores pedagógico varía enormemente. Esto es problemático porque significa que puedo tener 1-2 buenos mentores, pero cuando necesito escalar el programa al resto de la escuela, municipalidad, red o Servicio Local de Educación, puede que la efectividad caiga drásticamente.

Y la calidad de los mentores es tan importante que pueden hacer que un docente mejore o no su enseñanza.

La evidencia empírica más rigurosa indica que las mentorías pedagógicas deben estar a la vanguardia en los esfuerzos de mejorar la enseñanza. Ampliar y mantener estos programas es factible (Kraft et al., 2018), pero requerirá una planificación estratégica centrada principalmente en la creación de un grupo de mentores altamente cualificados.

Blazar et al., 2022

¿En qué se diferencian los mentores pedagógicos?

  • Las relaciones que entablan con sus docentes (Blazar et al., 2022). Las relaciones son fundamentales. Es necesario que el docente sienta altos niveles de confianza con el mentor, baja sensación de amenaza en las sesiones de mentoría y que el mentor comparte sus valores y visiones sobre la educación.

  • Capacidad de modelar nuevas estrategias de enseñanza. Una de las funciones claves de un mentor es mostrarle, ejemplificar al docente cómo se ve la práctica pedagógica que el docente quiere implementar. Ese modelaje a veces no ocurre porque el mentor no sabe que es importante hacerlo, no sabe cómo modelar una práctica pedagógica y/o no tiene los materiales suficientes para hacer el modelaje.

  • Mentoría directiva versus facilitadora. Algunos mentores dirigen al docente, mientras que otros actúan como facilitadores. Los dos métodos son igualmente efectivos, pero la enseñanza directiva es mejor para docentes principiantes o para aquellos que necesitan más orientación. La enseñanza facilitadora es más adecuada para docentes experimentados o que pueden trabajar con mayor independencia. Saber cuándo usar una aproximación o la otra es fundamental.

  • Habilidad de escuchar y preguntar. Ser capaz de escuchar a otro en vez de llenarlo de consejos es clave para el éxito de las mentorías. Además, hacer buenas preguntas en el momento preciso requiere capacitación y práctica.

  • Usar un ciclo de mejora pedagógica. Una mentoría no es una “conversación buena onda” que se hace como se me ocurre. Es una conversación productiva con el fin de mejorar el desempeño en el aula. Para eso, el mentor ayuda al docente a seguir un ciclo de mejora pedagógica. El ciclo de mejora es una forma sistemática de alcanzar resultados. Por ejemplo, en mi investigación hemos diseñado un ciclo de 7 pasos que ayuda a los docentes a mejorar. Cada paso tiene actividades que aumentan las probabilidades de éxito del profesor(a).

¿Cómo disminuir la variabilidad de los mentores en tu escuela?

  1. Capacitación. Ser mentor requiere competencias específicas que pueden ser desarrolladas. Puedes buscar una capacitación para mentores pedagógicos y además agendar reuniones recurrentes entre mentores para lidiar con obstáculos y aprender del proceso de acompañamiento.

  2. Sistematiza procesos. Utiliza plantillas, acuerda qué (no)se hará en las reuniones de mentoría, agenda reuniones periódicas entre mentores para aprender de la experiencia y obstáculos, etc. Sistematizar el proceso de mentoría ayudará a homogeneizar más la calidad del trabajo.

  3. Usa tecnología. La tecnología puede ayudar a registrar mejor la información, usar videos para modelar prácticas pedagógicas. Además, si no tienes mentores en tu escuela, puedes buscar mentores que vivan en otras partes del mundo para tener mentorías online (no hay diferencias entre mentorías presenciales y online, Kraft et al., 2018).

Referencias:

Blazar, David, Doug McNamara, and Genine Blue. (2022). Instructional Coaching Personnel and Program Scalability. (EdWorkingPaper: 21-499).

Kraft, M. A., Blazar, D., & Hogan, D. (2018). The Effect of Teacher Coaching on Instruction and Achievement: A Meta-Analysis of the Causal Evidence. Review of Educational Research, 88(4), 547–588.

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